El
presidente de los populares de Pozoblanco, Santiago Cabello, reclama
que se reconozcan los valores de la práctica cinegética y del
silvestrismo y solicita que se dé respaldo a ambas actividades y se
pida su protección ante las diferentes administraciones públicas
El
Partido Popular de Pozoblanco llevará al Pleno del próximo lunes 18
de febrero una moción para que se
reconozca
“la
caza como una actividad con una gran importancia social, cultural y
económica” en Andalucía, Los Pedroches y Pozoblanco. Los
populares, según ha explicado su presidente, Santiago Cabello,
consideran que la práctica cinegética “merece y debe ser
protegida y respaldada por los poderes públicos debido a su
contribución a la conservación de la biodiversidad y al desarrollo
socioeconómico del mundo rural y de un municipio como Pozoblanco”.
Igualmente, se pedirá que se reconozca
al
silvestrismo, consistente en la cría doméstica de pájaros para
adiestrarlos en el canto, como una práctica “con una fuerte
raigambre social y cultural en muchos puntos de España en general y
en la Comunidad Andaluza en particular, que merece y debe ser apoyada
y fomentada por los poderes públicos municipales, autonómicos y
nacionales, quienes tienen el deber de impedir su prohibición
mediante la puesta en marcha de los mecanismos legales, técnicos y
científicos necesarios”, según se explica en la moción. Se
pedirá por último que el Consistorio se comprometa no sólo a
reconocer los valores de la caza y el silvestrismo sino también a
apoyarlos, así como a instar a las diferentes administraciones
públicas a dar respaldo a ambas actividades como motores de
desarrollo socioeconómico de Pozoblanco y como herramientas de
conservación medioambiental en un entorno único como Los Pedroches.
La
moción presentada por los populares pozoalbenses explica que la caza
es mucho más que un deporte o una simple afición que se desarrolla
al aire libre, pues se trata “de una actividad que en nuestra
región practican más de 220.000 andaluces de todos los estratos
sociales y que contribuye de manera efectiva a la conservación de la
biodiversidad, al desarrollo económico del mundo rural y a su
vertebración social”.
Según
el primer informe Impacto
Económico y Social de la Caza en España,
elaborado por Deloitte para la Fundación Artemisan, el gasto
traccionado (efecto económico directo, indirecto e inducido) de la
actividad cinegética en España es de más 6.475 millones de euros
al año y crea 187.000 puestos de trabajo. Asimismo, el gasto directo
de la actividad cinegética supera los 5.470 millones de euros, de
tal forma que la caza representa el 0,3% del PIB. Esto equivale al
13% del sector agrícola, ganadero y pesquero, al 4% del sector de la
construcción o al 9% del sector financiero.
En
cuanto a la contribución a las arcas públicas, este informe
descubre, según explica el PP, que
la
caza aporta 614 millones de euros a las arcas públicas,
de los cuales el 33% son aportados directamente en concepto de tasas
e impuestos para cazadores. De igual forma, el citado informe
concluye que los
cazadores invierten en torno a 300 millones de euros en actuaciones
de conservación
de
la naturaleza, además de más de 230 millones destinados
a
repoblaciones y otras inversiones de conservación medioambiental, y
54 millones al mantenimiento de accesos,
pantanos, podas, mejoras del monte y cortafuegos, entre otros.
Recuerdan
igualmente los populares de Pozoblanco que en Andalucía, y según
los últimos datos aportados por la Consejería de Medio Ambiente, el
terreno cinegético alcanza algo más de siete millones de hectáreas.
Esto significa que el 81% de la superficie de la Comunidad Autónoma
andaluza está destinada, entre otros aprovechamientos, a la caza. La
Consejería de Medio Ambiente estima que la caza en Andalucía genera
unos recursos económicos anuales que superan los 3.000 millones de
euros y unos 45.000 empleos; y, según la última publicación del
estudio denominado Valoración
Económica Integral de los Sistemas Forestales de Andalucía,
la caza era el segundo recurso natural en los ecosistemas andaluces
por debajo mínimamente de la industria del corcho.
En
cuanto al silvestrismo, en la moción se explica que es una práctica
tradicional en Andalucía (son más de 15.000 sus practicantes)
mediante la que se capturan con vida, y sin daño alguno, ejemplares
de las especies jilguero, pardillo y verderón para, posteriormente,
adiestrarlos en el canto. Es una práctica totalmente inocua para el
medio ambiente y no tiene ningún perjuicio para el entorno natural.
A día de hoy no hay ni un solo estudio que asegure que el
silvestrismo pueda ser perjudicial para la conservación de las
citadas especies y que, por tanto, justifique su prohibición. Sin
embargo, actualmente se pone en duda la legalidad de esta la práctica
del silvestrismo por parte de la Unión Europea, resultando muy
necesario, según explican los populares, que por la Junta de
Andalucía y el Gobierno de España se trabaje coordinadamente para
impedir su prohibición ya que existen argumentos técnicos y legales
más que suficientes para impedirlo.